“El agua que bebemos debe estar viva”

Nací hace 60 años en un pueblecito de la sierra de Granada y vivo en Los Ángeles. Casado, no tengo hijos. Doctor en Ciencias Políticas y Sociología. He creado mi empresa para el envasado de líquidos. Creo que la educación es el camino para cambiar el mundo. Soy monje zen, soy budista.

Antonio Lozanoemprendedor y monje zen

El agua embotellada está viva?

Lo está cuando se puede mover en vórtice.

¿...?

Se trata del patrón de movimiento circular que usa el universo para mantenerse vivo. De hecho, un átomo, desde lord Kelvin hasta la física cuántica, es definido como un vórtice con un 1% de masa.

¿Es el movimiento de la naturaleza?

Desde los átomos hasta las galaxias, el ADN, la sangre que bombea el corazón, el agua de los océanos, los tornados, los huracanes, la Vía Láctea o el agujero negro que hay en su centro; todo lo vivo necesita el vórtice para mantenerse vivo. El agua está viva si donde está almacenada puede moverse en vórtice.

¿Y qué implica que se mueva en vórtice?

Implica el segundo patrón, el de orden, que en el caso del agua es una estructura molecular hexagonal. Gracias al movimiento en vórtice, el agua puede mantener esa estructura y todo lo que tiene en disolución de forma uniforme.

Aunque no podamos verla, la energía se mueve en vórtices, como el agua o los huracanes”

¿Y si no se mueve en vórtice?

En el universo todo está formateado, como en el mundo digital, y si la estructura es la adecuada, la información está bien distribuida; pero si se ha perdido la estructura, está informe.

¿Pura física?

Sí. En 1827, Robert Brown descubrió que las moléculas de agua se están moviendo constantemente y de forma espontánea a unos 1.600 km por hora. Albert Einstein lo confirmó en 1905. La pregunta que me surgió tras trabajar quince años en el sector del agua fue: ¿qué pasa dentro de una botella si el agua se está moviendo a esa velocidad?

¿Y qué pasa?

En cualquier bebida envasada en una botella cuadrada o de paredes ovales y fondo plano, las moléculas de agua sólo pueden moverse linealmente. El puzle lo completé observando cómo la naturaleza guardaba la vida.

¿Cómo?

En la forma ovoide, lo vemos en la mayoría de las frutas, las semillas y los óvulos. Aunque no podamos verla, la energía se mueve en vórtices, como el agua o los huracanes.

¿Así nació su botella en forma de huevo?

Sí, pero hay más: la naturaleza elige la forma ovoide y elige también una proporción para desarrollarse, la proporción phi.

Horizontal

Presente en nuestro ADN.

...Y en las galaxias. Es el patrón de crecimiento de las ramas de los árboles, las hojas de las
plantas, el organismo humano… Diseñé una
botella teniendo en cuenta ambos principios.

¿Tecnología que copia la naturaleza?

Exacto, de esa manera llegué a la conclusión de que el envase para guardar el agua, cualquier bebida, liquido cosmético o farmacéutico, no debe ser un simple contenedor.

...Debe guardar la proporción phi en una forma ovoide.

Exacto. El agua es entre el 70% y el 90% de cualquiera de estos líquidos y debe poder comportarse como lo hace en la naturaleza para preservar sus características. El agua que bebemos debe estar viva.

Pero el agua está previamente almacenada en garrafas que no son ovoides...

En cuanto la vuelves a introducir en un contenedor ovoide se estructura, digamos que recupera la memoria. En un futuro todos los envases tendrán forma ovoide, mi botella es simplemente una expresión más de la geometría de la vida que podemos incorporar a nuestra vida cotidiana organizando entornos más ergonómicos, sostenibles, saludables y armónicos.

Antiguas vasijas romanas ya eran ovoides.

Sí, y muchos productores fermentan sus vinos en tanques ovoides porque así consiguen que el vino tenga la misma calidad en todo el tanque. Y la ingeniería está utilizando la forma ovoide para los grandes depósitos de reciclaje de agua, lo vemos en Alemania, Japón y EE.UU.

No existe un modelo de computación tan complejo como para ser capaz de replicar la danza de una gota de agua”

¿Por qué?

Se han dado cuenta de que el gasto energético es mucho menor porque el movimiento en vórtice hace que los microorganismos fermenten de manera uniforme.

¿Cómo llegó a interesarse por el agua?

Distribuyendo una marca de equipos de tratamiento de agua norteamericana descubrí la tremenda sofisticación del agua.

Todavía guarda misterios para la ciencia.

Supe que una gota de agua tiene 4.000 trillones de moléculas de H2O que cada cien millonésimas de segundo cambian sus enlaces de hidrógeno, fenómeno que en biología se conoce como la danza del agua. No existe un modelo de computación tan complejo como para ser capaz de replicar la danza de una gota de agua.

Entiendo su entusiasmo.

Me enamoré del agua y me asombró que el secreto de la vida esté guardado en el elemento que nos constituye a nosotros y al planeta en un 70%. Entendí que somos seres líquidos y que el agua es un elemento vivo; que si queremos sentirnos bien debemos tener en cuenta que el agua está en el principio de todo.

¿Qué andaba buscando?

Poder aportar en la última etapa de mi vida algo que fuera significativo y que tuviera muy poco coste. Pero no he inventado nada, sólo he observado. Si construimos nuestras tecnologías respetando los patrones de orden, crecimiento y movimiento que utiliza el universo para ­crear, tendremos un mundo más sostenible y más eficiente, y eso es algo que se puede aplicar a una botella, a un edificio o a una ciudad.

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